Detrás de Paez están Clody y Napo. Eso fue unos días más tarde de darse el show de los 3 días por la democracia, en avenida del Libertador y 9 de Julio (ahora hay autopista en ese lugar y cuesta imaginarse el emplazamiento del escenario).
Se trataba de una especie de agradecimiento que le daba Raúl Alfonsín a todas las bandas y solistas que habían tocado. Esa reunión tuvo lugar en el Salón Blanco de la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, sobre Avenida de Mayo, al toque de Plaza de Mayo (ese edificio había pertenecido al diario La Prensa).
Ese mismo día estábamos grabando el segundo video de Los Intocables (para el tema Me Hunde y me Aplasta) y nos acordamos de la invitación.
Fuimos a esa reunión Clody, Kovalsky, Napo y yo. Estábamos ahí tomando algo y esperando a que apareciera Alfonsín, cuando con los chicos nos empezábamos a saturar un poco con el clima de extrema solicitud hacia los que en ese momento tenían el poder político (recuerdo dos pasajes de esa tarde: Enrique "Coti" Nosiglia diciéndonos que era fan de Los Intocables y preguntándonos si teníamos calor; cuando le dijimos que sí, fue a abrir una ventana y luego nos dijo: "Bueno, para algo tenía que servir el ministro del interior". La otra imagen fue una terrible visión de Lalo Mir, prácticamente meándose encima y aplaudiendo como una fan descontrolada cuando lo vió al Presidente. Nosotros, cual niños que éramos, lo habíamos encarado "muy mal" para pedirle explicaciones del porqué nos trataban tan mal en la Rock&Pop, y Lalo -que podía ser el padre de cualquiera de nosotros- se mostró como atemorizado y ensayó unas excusas increíbles: "nunca crean lo que se dice en la radio por la mañana"; esa fue su única explicación).
El clima general, no de respeto hacia la figura presidencial, sino de -perdón por la expresión- "chupada de culo permanente" fue algo que nos provocó mucho rechazo y a último momento, cuando había que salir en la foto, Kovalsky y yo tomamos la decisión de no salir, de no formar parte de eso y de quedarnos detrás del fotógrafo.
Fue todo tan rápido que cuando le íbamos a avisar a Clodyn, el ejército de chupaculos se nos puso en medio y Fito Paez la tomó del brazo para que saliera en la foto.
¡Click!... ya había pasado todo...
Alfonsín dijo unas palabras y pronto terminó el ágape; al rato estábamos volviendo al rodaje para terminar esa jornada de grabación.
Sin meterme a opinar de política, cosa para la cual no soy la mejor persona, quiero aclarar que la figura de Raúl Alfonsín, con sus, para mí, grandes aciertos y desaciertos, me parece muy respetable, sobretodo con la facilidad que tenemos hoy de verla con un poco más de perspectiva histórica (por ejemplo, si la reunión la convocaba Menem o Macri, ni bajo el efecto de la estricnina hubiera ido). Lo deplorable era ese tremendo "cholulismo" de parte de tipos de los que uno espera más actitud: músicos, periodistas, comunicadores, etc.
Fue eso lo que nos cayó tan incómodo...
Se trataba de una especie de agradecimiento que le daba Raúl Alfonsín a todas las bandas y solistas que habían tocado. Esa reunión tuvo lugar en el Salón Blanco de la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, sobre Avenida de Mayo, al toque de Plaza de Mayo (ese edificio había pertenecido al diario La Prensa).
Ese mismo día estábamos grabando el segundo video de Los Intocables (para el tema Me Hunde y me Aplasta) y nos acordamos de la invitación.
Fuimos a esa reunión Clody, Kovalsky, Napo y yo. Estábamos ahí tomando algo y esperando a que apareciera Alfonsín, cuando con los chicos nos empezábamos a saturar un poco con el clima de extrema solicitud hacia los que en ese momento tenían el poder político (recuerdo dos pasajes de esa tarde: Enrique "Coti" Nosiglia diciéndonos que era fan de Los Intocables y preguntándonos si teníamos calor; cuando le dijimos que sí, fue a abrir una ventana y luego nos dijo: "Bueno, para algo tenía que servir el ministro del interior". La otra imagen fue una terrible visión de Lalo Mir, prácticamente meándose encima y aplaudiendo como una fan descontrolada cuando lo vió al Presidente. Nosotros, cual niños que éramos, lo habíamos encarado "muy mal" para pedirle explicaciones del porqué nos trataban tan mal en la Rock&Pop, y Lalo -que podía ser el padre de cualquiera de nosotros- se mostró como atemorizado y ensayó unas excusas increíbles: "nunca crean lo que se dice en la radio por la mañana"; esa fue su única explicación).
El clima general, no de respeto hacia la figura presidencial, sino de -perdón por la expresión- "chupada de culo permanente" fue algo que nos provocó mucho rechazo y a último momento, cuando había que salir en la foto, Kovalsky y yo tomamos la decisión de no salir, de no formar parte de eso y de quedarnos detrás del fotógrafo.
Fue todo tan rápido que cuando le íbamos a avisar a Clodyn, el ejército de chupaculos se nos puso en medio y Fito Paez la tomó del brazo para que saliera en la foto.
¡Click!... ya había pasado todo...
Alfonsín dijo unas palabras y pronto terminó el ágape; al rato estábamos volviendo al rodaje para terminar esa jornada de grabación.
Sin meterme a opinar de política, cosa para la cual no soy la mejor persona, quiero aclarar que la figura de Raúl Alfonsín, con sus, para mí, grandes aciertos y desaciertos, me parece muy respetable, sobretodo con la facilidad que tenemos hoy de verla con un poco más de perspectiva histórica (por ejemplo, si la reunión la convocaba Menem o Macri, ni bajo el efecto de la estricnina hubiera ido). Lo deplorable era ese tremendo "cholulismo" de parte de tipos de los que uno espera más actitud: músicos, periodistas, comunicadores, etc.
Fue eso lo que nos cayó tan incómodo...
(Gracias Alexander P. Blake AKA Monseñor Pollo Alegre por la anecdota!)
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